Planteamos una elaboración de acuerdo a nuestras pautas habituales: variedad autóctona Mencía, fermentación espontánea con levaduras autóctonas, maceración pre-fermentativa de 2 días, y una leve maceración post-fermentativa de 48 horas.
El vino se introdujo en barricas viejas de roble francés tempranamente donde – muy sucio y lleno de vida – culminó su fermentación alcohólica. Tras los fríos del invierno, y aplicándole frecuentes battonages, de manera espontánea también se desarrolla la fermentación maloláctica ya en barrica. Acometemos en este caso una larga crianza con frecuentes trasiegos, completando un total de 40 meses de crianza en roble.
Pasa tres meses de invierno en depósito de acero inoxidable, donde los fríos estabilizan el vino de manera natural, y fue embotellado sin filtrar el 12 de abril de 2016.