Marco Simonit y Pierpaolo Sirch (S&S) son dos ingenieros agrónomos italianos que han revolucionado el concepto de poda tradicional. Nos hablan de poda de respeto. Si visitaran algunas viñas viejas de nuestra comarca, estamos seguros de que se echarían las manos a la cabeza. La poda en nuestro amado Bierzo ha sido siempre un tema controvertido. En numerosas ocasiones he oído airadas críticas por técnicos que visitan la zona. Resulta un poco atrevido criticar la poda de nuestros mayores de los que hemos heredado probablemente la mayor superficie de viñedo viejo de Europa. Tan mal no lo habrán hecho, ¿verdad?
S&S (Simonit & Sirch) han desarrollado un método de poda que se puede adaptar a todas las formas de cultivo de la vid y nosotros llevamos tiempo aplicando algunos de sus principios en nuestro viñedo berciano. Este método busca reducir el impacto devastador que tienen los cortes incorrectos en la planta.
Lo primero que debemos afrontar es el análisis de las plantas que nos encontramos. Observamos que el viticultor ha provocado en algunos casos enormes mutilaciones cuyas huellas o cortes son claramente visibles en la estructura de la planta. Es frecuente oír en nuestros pueblos lo importante que es el uso de la sierra en la poda. El objetivo era mantener las plantas dentro de los espacios definidos y generar ramas en aras a la productividad, sin tener en cuenta las vías de circulación de la savia.
Los Conos de Desecación.
La vid no dispone de un sistema eficaz de cierre de heridas como las especies arbóreas. Cuando se produce una herida reacciona cerrando los vasos linfáticos que llevan la linfa a la porción de madera extraída. Haciendo esto se crean porciones de madera seca o muerta dentro de la planta, que S&S han denominado conos de desecación. Los conos de desecación son trozos de madera muerta que no almacenan las reservas que son muy necesarias y que la planta utiliza en el momento de la brotación.
El tamaño de los conos y la cantidad de madera muerta es directamente proporcional al diámetro del corte. Un corte más pequeño provoca un cono de desecación más pequeño y menos profundo, y en consecuencia menor cantidad de madera muerta. Por el contrario, si el corte es más grande, conos de desecación más grandes, y mayor volumen de madera muerta. Si esto lo prolongamos a lo largo de los años, conseguimos que la planta acumule gran cantidad de madera muerta, en gran medida estrangulando la circulación del flujo linfático interno, tanto hacia las hojas como hacia las raíces. Este ahogamiento puede llegar a provocar la muerte de la planta.
También tenemos un problema endémico en nuestro viñedo viejo, como son las enfermedades de madera en particular la yesca de la vid. Las heridas de poda son una vía de entrada de estas enfermedades.
La Naturaleza de la Viña.
La Vid no se trata ‘naturalmente’ de un arbusto en sí. Se trata más bien de una planta rastrera y trepadora que busca crecer en el espacio, arrastrándose a nivel del suelo y luego trepando a árboles u otras estructuras para alcanzar la luz. Pero es el hombre quien ha desarrollado sistemas de conducción para ésta, generando así diferentes tipos de arbusto. Pero esta intervención ha provocado podas que mutilan la naturaleza de la vid, provocan grandes heridas, y en consecuencia presencia de abundante madera muerta y focos de infección de enfermedades como la yesca.
Prevenir mejor que curar. Una prevención que debe pasar por un replanteamiento de la poda buscando que ésta sea más respetuosa con la fisiología y naturaleza de la planta.
Poda de Respeto.
La poda de respeto del método S&S se basa en 4 principios muy simples que se pueden adaptar a cualquier variedad, clima y tipo de formación:
- Permitir que la planta se ramifique con la edad, que ocupe espacio con el tronco y las ramas. La ramificación consiste en permitir que el viñedo crezca de manera gradual y así respectar su crecimiento orgánico.
- Garantizar la continuidad del flujo linfático. Consiste en separar el flujo de savia de la planta respecto a las áreas de desecación (conos) causadas por los cortes. Surgen los conceptos de carrera de verdes y carrera de secos, debe así respetarse la circulación de savia (carrera de verdes y secos) para favorecer el desarrollo y la edad de la cepa.
- Hacer pequeños cortes en madera joven, no muy invasivos. Hacer cortes pequeños situados en el mismo lado y efectuados sobre la madera de uno o dos años. La poda de precisión reduce enormemente el área de la herida expuesta y, consecuentemente, el riesgo de enfermedades de la madera. De nuevo las carreras.
- Utilizar, donde sea necesario, la técnica del «madera de respeto” para evitar la deshidratación del flujo principal de savia. Se recomienda dejar un trozo de madera de respeto para que la desecación que se cree no interfiera en el sistema vascular de la planta. Esta técnica no está muy bien vista entre nuestros mayores, considerándose que se trata de una poda fea y muy sucia (pero quitamos el taco al año siguiente).
La poda de respeto se trata de una forma de poda dinámica que facilita el aumento de madera viva (reservas útiles para la planta). Una buena poda es la mejor manera de salvaguardar el gran patrimonio de variedades autóctonas que tenemos en Bierzo, protegiendo también nuestro bello y equilibrado paisaje.
La Yesca, poda quirúrgica.
¿Hay algo para los viñedos ya irremediablemente afectados por yesca? Pues también la sierra puede ser importante. La propuesta de S&S es la cirugía que permitirá curar las plantas. Se basan en la eliminación de la madera enferma limpiando el tronco de las afectaciones provocadas por la yesca, conservando los lados de éste para la continuidad linfática, salvando así la planta y su producción. Una poda quirúrgica permite curar enfermedades como la yesca como ya hemos observado en una pequeña parcela en el paraje de Villegas (Valtuille de Abajo).
En todo caso, la poda me resulta probablemente la práctica más delicada en el viñedo. Es, junto con la regeneración de nuestros suelos, el aspecto en el que más tenemos que avanzar en nuestro viñedo berciano. Mucho tenemos que aprender de algunos de nuestros antepasados, y las vides son fiel reflejo de su buen hacer. De alguna manera el método Simonit & Sirch (S&S) no es nada nuevo, ellos no inventan la metodología porque las prácticas que definen ya se aplicaban antiguamente, pero tienen el mérito de hacer un compendio de todo este conocimiento; lo teorizan y sintetizan en los cuatro nombrados puntos.
Podríamos decir que no hay buenos o malos podadores, sino podadores con sensibilidad que tratan de interpretar lo que la planta demanda. Un podador sensible tenderá a desarrollar una correcta poda de respeto. Y es que sin duda las plantas son seres vivos capaces de devolvernos con creces cuanto les aportamos, y si es con sensibilidad, mejor.