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La Economía de la biodiversidad

Lavanda

El Gobierno británico a través de su Departamento del Tesoro encargó analizar el impacto de la pérdida de biodiversidad sobre nuestras economías al prestigioso economista Partha Dasgupta, profesor emérito en Economía por la University of Cambridge. El resultado de este encargo es el conocido Informe Dasgupta.

El Informe Dasgupta sobre la economía de la biodiversidad subraya el papel crítico que la Naturaleza desempeña para lograr sociedades saludables y economías prósperas. Al mismo tiempo presenta con crudeza una imagen clara de lo que se puede perder si no emprendemos pronto un nuevo camino de crecimiento. Resalta que es necesario un cambio fundamental en la forma en que pensamos y enfocamos la economía. Debemos revertir la pérdida de biodiversidad para proteger y mejorar nuestras sociedades. El profesor Partha Dasgupta demanda un cambio urgente y transformador de la forma en la que pensamos, actuamos y medimos el éxito económico para proteger y mejorar nuestra prosperidad.

El completo informe de 610 páginas está disponible en inglés en Internet, pero analizamos aquí los puntos fundamentales que aborda, los problemas a los que se aluden y las soluciones que se proponen. Podríamos escribir grabado a fuego su singular epitafio: Nuestra economía, los medios de subsistencia y nuestro bienestar dependen de nuestro más preciado activo: la Naturaleza.

Tenemos que concienciarnos de que somos parte de la Naturaleza, y no separada de ella. La Naturaleza de hecho es nuestro principal activo. Sólo la biodiversidad facilita la conservación de la Naturaleza y permite que sea productiva, resiliente y adaptable.

Our demands far exceed its capability to supply us with the goods and services we all rely on

Nuestras demandas superan con creces la capacidad de la Naturaleza para suministrarnos los bienes y servicios en que todos confiamos. Todos nosotros como individuos somos gestores de los recursos naturales, son nuestro más preciado tesoro, nuestro mejor activo desde un punto de vista económico.

El desarrollo y crecimiento económico significa para mucha gente simplemente acumular productos procedentes del capital humano a expensas del capital natural. Con nuestro actual modelo y niveles de vida necesitaríamos el capital de 1,6 Tierras para poder mantener el equilibrio.

Our unsustainable engagements with Nature is endangering the prosperity of current and future generations

Nuestro trato insostenible con la Naturaleza está poniendo en peligro la prosperidad de las generaciones actuales y futuras. La biodiversidad está decreciendo como nunca lo había hecho en la historia de la humanidad. El impacto devastador del COVID-19, así como de otras enfermedades infecciosas emergentes, sirven como prueba de que estamos viendo solo la punta de un iceberg gigantesco si seguimos por el actual camino.

At the heart of the problem lies deep-rooted, widespread institutional failure

El centro del problema se encuentra en un fracaso institucional generalizado con un profundo arraigo social y político. El valor de la aportación de la Naturaleza para nuestra sociedad no se refleja en nuestra economía ni en los precios del mercado ya que gran parte de está aportación es libre para todo el mundo y no es objeto de ningún cargo monetario. Pero en este caso, no se trata sólo de un fallo del mercado, se trata de un fallo institucional mucho más amplio.

The solution starts with understanding and accepting a simple truth: our econommies are embedded with Nature, not external to it

La solución comienza por comprender y aceptar una verdad simple: nuestras economías están integradas en la Naturaleza, no son externas a ella. La Naturaleza como activo es capaz de producir una cantidad limitada de bienes y servicios. El agua y el suelo no son recursos ilimitados, el progreso tecnológico de nuestros días tiene la capacidad suficiente para extenuar estos recursos. Esta extenuación se propicia por contemplar la idea de que la humanidad es ‘externa’ a la Naturaleza, y no parte de ella. Con este planteamiento la humanidad se encuentra en un callejón sin salida.

Tener plenamente en cuenta el impacto de nuestras interacciones con la Naturaleza y reequilibrar nuestra demanda con la capacidad de suministro de la misma constituyen la base para establecer el verdadero crecimiento económico sostenible. La situación actual es una mera entelequia alejada de la realidad y que quedada plasmada en los presupuestos de nuestros oficinescos autócratas.

We need to change how we think, act and measure sucess

Necesitamos cambiar nuestra manera de pensar, actuar en consecuencia y medir nuestros avances. Nuestra mentalidad actual en la que nuestra demanda a la Naturaleza excede con mucho la capacidad de abastecimiento de ésta presenta enormes riesgos para nuestras economías. El crecimiento económico sostenible requiere tomar otro camino. El giro requerido debe orientarse hacia tres grandes cambios o transiciones.

  • Asegurarnos que nuestras demandas naturales no excedan la capacidad de la Naturaleza. El consumo y sus patrones han de ser reestructurados. Conservar y restaurar nuestro activo natural permitirá sostener y mejorar los recursos. Es menos costoso preservar ahora que restaurar una vez producida la degradación.
  • Cambiar los indicadores económicos para que éstos nos guíen hacia un camino más sostenible. El crecimiento medido como Producto Interior Bruto (PIB) del que presumen nuestros gobernantes no contempla la degradación de algunos de nuestros activos, en particular los activos naturales, que deben ser incluidos en estos indicadores.
  • Abordar una transformación integral de nuestras instituciones y sistemas para permitir estos cambios necesarios y preservarlos para las generaciones futuras.

Transformative change is possible, we and our descendents deserve nothing less

El problema que afrontamos en la actualidad no es tan diferente del que afrontaron nuestros antepasados: encontrar el balance entre lo que la Naturaleza nos da y lo que dejamos a las generaciones venideras. Pero nuestros antepasados no eran capaces de afectar al planeta Tierra en su conjunto, y nosotros hemos alcanzado la tecnología para conseguirlo. Los modelos económicos son antropocéntricos y egoístas, pero siempre miramos y contemplamos a nuestros vecinos.

Si cambiamos nuestra mentalidad y actitud como individuos, podemos ejercer de líderes de un cambio necesario que además es posible, y que probablemente llegue a ser más fácil, rápido y efectivo de lo que pudiéramos imaginar.

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