La Encrucijada berciana viene determinada por un conjunto original de suelos, por un clima de transición y la actividad humana que durante siglos ha perfilado una región mágica.
La Encrucijada berciana es difícil de descifrar. Solemos hablar del Bierzo como una región natural perfectamente delimitada. Su orografía así nos hace concebirlo. Después de investigar sobre su demarcación, la definición que nos parece más acertada es la que habla del Bierzo como el espacio geográfico que en la provincia de León coincide con la cuenca del río Sil.
Podemos así mismo encontrar dos paisajes claramente diferenciados aunque íntimamente unidos: La Hoya y la Montaña.
- La montaña estaría formada por la sierra de Ancares, sierra de Gistredo, Montes de León, Montes Aquilianos, la sierra de los caballos y la sierra de la Lastra. Sus suelos son antiguos generalmente de la era primaria formados mayoritariamente de cuarcitas y pizarras.
- La hoya está constituida fundamentalmente por materiales del terciario o cuaternario en su mayoría arcillas, cantos rodados y materiales aluviales. Son mayoritariamente materiales de sedimentación.
Formación del Bierzo.
En su origen, en la era Primaria, la montaña berciana presenta una clara identidad con el macizo Galaico que se forma a partir de la orogenia Herciniana.
La era secundaria fue un período de erosión, desgaste y sedimentación.
Durante la era Terciaria se producen dos hechos determinantes:
- Se elevan un conjunto de bloques como consecuencia del movimiento orogénico alpino lo que da lugar a un rejuvenecimiento de las montañas.
- La parte central se hunde dando lugar a una fosa tectónica que constituye un espacio geográfico totalmente original que dará lugar a un inmenso lago.
Finalmente en la era Cuaternaria se rompería ese lago por la hoz de Cobas, zona caliza a través de la cual el lago vertería sus aguas hacia el Atlántico, dando lugar a la formación de la cuenca Sil-Miño.
Nuestro amado Bierzo.
El Bierzo es el resultado de la tectónica (elevación/ hundimiento) y de la erosión diferencial (diferente resistencia de distintos materiales), pero también existen otros factores que debemos tener en cuenta como son la erosión fluvial, el glaciarismo y porqué no decirlo, la actividad humana, históricamente relacionada con la explotación de minerales en la zona.
El viñedo berciano se asienta en un conjunto original dentro de las montañas galaico-leonesas. Está configurado por espacios con altitudes entre 700 y 500 metros en su parte más meridional. Nuestros viñedos en Villafranca del Bierzo, en el extremo noroccidental de la comarca, se asientan en un inmenso altiplano. Repleto de pendientes y orientaciones goza de gran diversidad. Su minifundismo por la herencia de nuestros antepasados ha definido su diferenciación por zonas o parajes.
El clima berciano.
A nivel peninsular, existen dos grandes dominios climáticos: el mediterráneo que ocupa gran parte de la misma, degradándose con caracteres de continentalidad desde la costa hacia el interior; y el atlántico que ocupa una estrecha franja en el norte y noroeste peninsular.
Por su situación geográfica, el Bierzo es claramente una zona de transición entre ambos dominios climáticos participando de las características de uno y otro. Hay que añadir las diferencias derivadas de la existencia de las dos grandes unidades del relieve a las que hemos hecho mención: montaña y hoya.
En la montaña existen unas características comunes. Las precipitaciones están por encima de los 900 mm anuales, si bien éstas son mayores en el oeste por la dirección dominante de los vientos. La temperatura media anual es baja: en torno o inferior a los 10 º C, con grandes oscilaciones térmicas diarias y estacionales. Mientras que las precipitaciones nos sitúan en valores propios del clima atlántico, las temperaturas son claramente diferentes, siendo factores determinantes la altitud y la orientación.
En el caso de la hoya, nos encontramos con unas temperaturas medias anuales de 13ºC, pero con una oscilación térmica que supera los 16ºC, lo que confiere a esta zona una relativa continentalidad. Se acusan unas características propias del clima mediterráneo de interior, pero con mínimas más altas. Las precipitaciones son más abundantes que en la llamada España seca, superando los 600 mm anuales, y también con claras diferencias entre el este y el oeste, lloviendo por ejemplo más en Villafranca que en Ponferrada.
Interpretación del clima a través de la vegetación.
La vegetación presente depende fundamentalmente de tres factores: las condiciones climáticas, los diversos tipos de suelo y la actividad humana. Interpretamos esta realidad climática a través de las diferentes especies que en Bierzo encontramos:
- Especies atlánticas: robles, hayedos, castaños. Y matorrales como brezos, tojos y escobas.
- Especies mediterráneas: encinas y alcornoques. Y matorrales como romero, tomillo, lavanda.
- Coníferas: pinos de repoblación.
- Vegetación de Ribera: alisos, sauces, fresnos. Y chopos de repoblación.
En altitud a partir de 1.500 metros aparecen praderas naturales, tradicionalmente utilizados para el pasto de ganado.
La Encrucijada berciana tiene muchos más ingredientes que saborear, nuestros vinos son un aliciente para degustar esta magnífica comarca.