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El Secreto mejor guardado

Secreto mejor guardado

El secreto mejor guardado de nuestros bosques está en sus suelos, aprender de ellos es mejorar nuestra calidad de vida.

Desde el punto de vista agronómico, podríamos sentenciar que el sustrato agrícola más interesante y rico sería el suelo de un bosque. Los bosques mantienen el secreto mejor guardado: sus suelos, en ellos encontramos los siguientes factores que los hacen especialmente atractivos:

  • La captación de materia orgánica (carbono) de la atmósfera es óptima.
  • La reproducción de microorganismos nativos permite que la biodiversidad sea elevada.
  • La capacidad de retención de agua y la disponibilidad de la misma adecuada.
  • Su estructura más esponjosa permitiendo la penetración del sistema radicular hasta la roca madre.
  • La capacidad de intercambio catiónico y la relación planta-suelo más ágil y dinámica.
  • La mineralización de materia orgánica más armónica.
  • La absorción de nutrientes por la planta es más ordenada.

Todo esto me ha permitido dudar de la agronomía moderna del siglo XX, para enfocar el futuro con una visión más holística basada en la permacultura. Así he decidido apostar desde hace años por la viticultura regenerativa que se centra en recuperar la vida en los suelos imitando la naturaleza. Todo esto siempre con una mentalidad científica porque la ciencia nos permite ver lo que todo el mundo ha visto, pero pensar lo que nadie ha pensado.

Masanobu Fukuoka sigue siendo una inspiración

Tras la lectura de La Revolución de una Brizna de Paja, Masanobu Fukuoka sigue siendo una inspiración. El método de Fukuoka persigue reproducir las condiciones naturales tan fielmente como sea posible. Sus practicantes afirman que el suelo se enriquece progresivamente y la calidad de los alimentos cultivados aumenta y, lo más importante, todo ello sin esfuerzo.

Pero el camino es largo e implica una profunda comprensión de la naturaleza para conseguir un correcto equilibrio entre los agentes que en ella interactúan.

Su sistema se basa en respetar, e incluso potenciar, los ciclos naturales, de manera que estos aseguren una mejor calidad del crecimiento de las plantas. Mediante sencillas intervenciones en el momento adecuado, permite reducir considerablemente el tiempo de trabajo. Recientes estudios apuestan por abandonar el enfoque de alta productividad y fomentar el sueño para contaminar menos y mejorar nuestra huella de carbono. Esto sí que es un gran descubrimiento: ¡Dormir más horas para luchar contra el cambio climático!

Cubiertas Vegetales

Después de probar diferentes métodos con el viñedo viejo de Villafranca del Bierzo, mi opción preferente es no arar el suelo y trabajar el cultivo con cubiertas vegetales espontáneas. Pero esto no se resume en dejar que las hierbas crezcan para luego desbrozarlas, ni en ver qué bonitos están nuestros campos verdes, llenos de biodiversidad y color.

El uso de cubiertas vegetales implica el profundo conocimiento de las especies presentes en las mismas, de sus ciclos vegetativos y reproductivos, para así elegir el óptimo momento de siega y potenciar la presencia de plantas deseables, evitando así mismo la proliferación de plantas invasivas. En resumen, implica que esta actividad mantenga este enfoque holístico y global que hace que sea una práctica eficaz.

Pero conviene puntualizar que esto es una experiencia que estoy aplicando en Bierzo, y no tiene porqué ser válida para otras regiones. Detecto que está surgiendo una proliferación indiscriminada de agricultores que utilizan las cubiertas vegetales sin este enfoque. Lo que a menudo puede generar a menudo confusión y finalmente decepción en la utilización de las mismas, algo parecido a lo que ha pasado con la moda de vinos naturales.

Obviamente es obligatorio eliminar la utilización de herbicidas, también es necesario dejar que el tiempo y los ciclos naturales limpien nuestros suelos de residuos. En mi caso, al no contemplar la siembra artificial para estas cubiertas y dejar que sean las plantas autóctonas las que proliferen, es preciso observar cuidadosamente la aparición de las especies que nos interesan, y actuar para potenciar la implantación y desarrollo de las mismas.

En la actualidad contemplo cerca de 80 especies en el hábitat que cultivo. Entiendo que en Bierzo podré alcanzar el centenar de especies que interactúen en mi viña. Entonces consideraré que tengo niveles adecuados de biodiversidad, y que esto será un indicio de que mis suelos están limpios y vivos después de un largo periodo de regeneración.

Vicia Sativa en Villafranca del Bierzo

Algarrobilla

Me detengo en un detalle puntual para profundizar en el uso de algunas especies en las cubiertas vegetales. Es el ejemplo de la algarrobilla que nos encontramos estos días en flor en nuestros viñedos bercianos. Su nombre científico es Vicia Sativa, y es una leguminosa que al igual que muchas otras especies de la familia, es capaz de fijar nitrógeno mediante una simbiosis, en sus raíces, con bacterias del género Rhizobia.

Crece en zonas de cultivo como mala hierba pero aporta nitrógeno a los suelos de manera natural aprovechándose así su uso como abono verde. Muchos agricultores la siembran para fomentar su aparición pero a mí me ha surgido espontáneamente, por lo tanto se trata de una selección perfectamente adaptada a nuestro territorio.

Pero su presencia no es ocasional ni accidental, la he potenciado identificando las plantas y los primeros focos aparecidos, conociendo su ciclo reproductivo y actuando en consecuencia a la hora de desbrozar para incorporar más semillas a nuestros terrenos.

Supongo que estas técnicas son el secreto mejor guardado de nuestros bosques y no se popularizan por importantes presiones comerciales. Los precios de los abonos están subiendo día a día y su eficacia cada vez es más limitada en el tiempo. Además, la dependencia que genera en nuestros cultivos cada vez más adictiva y nociva. En resumen, conseguimos que las plantas crezcan más felices y sus frutos sean más ricos. Así mismo ahorramos un importante presupuesto en la compra de abonos comerciales.

A los agricultores que no afrontan la utilización de cubiertas vegetales con este enfoque, les recomiendo que continúen con las técnicas tradicionales, y empleen el abono de manera racional y respetuosa porque abonar no es pecado, y hay grandes profesionales que ofrecen buenas soluciones.

1 comentario en «El Secreto mejor guardado»

  1. Pingback: Biodiversidad - La Economía de la biodiversidad - Demencia Wine

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