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Reflexiones sobre la Primavera de 2021.

Primavera 2021

Acabamos la primavera de 2021 y llega el momento de hacer algunas reflexiones. El cultivo de la vid está tremendamente condicionado por las condiciones climatológicas. El efecto de las añadas matiza la calidad de la uva y la personalidad de las cosechas.

El invierno comenzó con frío y terminó con intensas lluvias. Esto propició un ligero retraso en la brotación con respecto a añadas anteriores. La acumulación de reservas en la planta fue positiva para el comienzo del ciclo vegetativo.

Tras días de tiempo cambiante en el mes de abril, entre los días 12 y 17, sufrimos jornadas de nervios con heladas matutinas, pero finalmente no se prolongaron las bajas temperaturas durante largas horas. La última helada de primavera la padecimos el 3 de mayo. Apenas el termómetro bajó de los cero grados y no apreciamos daños visibles en los brotes.

Así el inicio de la primavera fue titubeante y algo fresco, pero también con precipitaciones muy escasas. Hemos contabilizado una pluviometría total durante la estación primaveral de 140 litros por metros cuadrado. La mitad de éstos se han producido al final de la misma, durante el mes de junio.

La temida época de tormentas.

Estas últimas lluvias que reseñamos se han producido en forma de tormentas, en algunos casos con episodios de granizo que han provocado algunos daños relevantes en las plantas: rotura de hojas y racimos, e incluso desperfectos en brotes y ramas.

El inicio de estas precipitaciones coincidieron con la salida del estado de flor en nuestras viñas de Villafranca del Bierzo y Valtuille de Abajo. Estas lluvias provocaron corrimiento y un cuajado un tanto imperfecto. La flor de las viñas es muy delicada, y precipitaciones en estas fechas son del todo inadecuadas. Valoramos estos desperfectos como incluso mayores que los ocasionados por el granizo, siempre hablando de los daños observados en nuestras parcelas.

Valoración general.

Así pues nos encontramos con un año que inicialmente presenta tintes de continentalidad, pero con precipitaciones superiores a la media, que a la fecha alcanzan los 600 milímetros. El invierno nos trajo importantes heladas incluso nieve, lo que favoreció una marcada parada vegetativa, algo que en los últimos años casi no observábamos.

El inicio del ciclo ha sido relajado con precipitaciones esporádicas y no muy tumultuosas. Los días de frío en brotación no han causado daños que lamentar. El final de la primavera de 2021 ha sido muy húmedo, pero las bajas temperaturas supuestamente han impedido el desarrollo de hongos.

Ahora afrontamos el principio de verano con nervios y esperanza. Estamos aplicando los tratamientos preventivos de contacto para que el cierre de racimo se produzca sin sobresaltos. Esperamos un importante impulso en el crecimiento vegetativo de cepas y hierbas. Tendremos que redoblar esfuerzos con nuestra desbrozadora. Esperamos que la planta alcance el envero sin sobresaltos, y tocará entonces proceder al seguimiento de la maduración. Esperamos que ésta nos permita obtener un fruto equilibrado para la elaboración de vinos de guarda.

La agricultura basada en la observación, la tradición y la ciencia nos orienta a la mejor adaptación a los condicionantes climatológicos, para así obtener la mejor materia prima.

2 comentarios en «Reflexiones sobre la Primavera de 2021.»

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  2. Pingback: UN VERANO DEMENCIAL .Nacho León, elaborador en Demencia – AF2Toral

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